Remontamos el largo valle sin peso, menos mal. La verdad es que el material quedó muy arriba y nuestras espaldas lo agradecen. Nos encaminamos hacia la Punta Inominata.
Quería seleccionar alguna vía para el futuro libro sobre los Pirineos, pero de momento como que no, es la tercera (y última) oportunidad. Esta pared siempre me había atraído por su gran placa granítica y sus formas geométricas.
Al final escogemos una vía de Brugarolas más fácil y menos expo que las que recorren la placa central.
Sigue una rectilínea fisura con cierto ambiente y buenas posibilidades de protección, estética y con buena roca.
Muy recomendable y con un ambiente magnífico sobre los lagos de este valle.
Esta si que nos ha gustado y queda seleccionada como VVB.
El único contratiempo es un nevero persistente al inicio de la vía y que nos impide escalarlo, lo resolvemos entrando por la izquierda y, gracias a unas repisas, llegamos a la primera reunión.
La bajada es larga de narices, para no tener que volver al refu, hemos escondido las mochilas con los sacos y demás en el punto de retorno.
Evidentemente perdemos el último taxi y nos toca una hora y pico de mas hasta el coche. Buena paliza, que atenuamos con una ducha y unas tapas.
