Esta pared la situaremos justo debajo del castillo y por su vertientes Oeste y Suroeste. Encontramos tramos de roca especialmente buena y agradecida, con un montón de vías equipadas y de todas las dificultades. El telón de fondo son las paredes de Montrebei, siempre decorativas y a modo de poster gigantesco que supera la ficción.
Hace mil años realizamos unas salidas para equipar, escalar, hacer algunas fotos y un pequeño artículo para Extrem, sobre esta pared (el retorno del hombre primitivo). Después aún he vuelto alguna otra vez a repetir la sensación única de escalar aquí. Se ha equipado algo y se ha reequipado bastante, pero aún cuenta con un buen número de posibilidades para abrir nuevas vías.
La pista de acceso y su relativo alejamiento, lo mantendrán siempre lejos de las visitas masivas, sobre todo de escaladores esporádicos. Por lo tanto queda relegado a zona estrictamente local, eso si, de calidad superior.
Tenía una espinita clavada en forma de especie de deber de equipar algo más, y si era fácil mejor. Así que por fin me la pude quitar y taladré un 6a y un 6b, ambos muy bonitos. Para que el viaje fuera perfecto, realizamos también una pequeña sesión de fotos con Albert Segura, en una de sus creaciones.