
Para variar cambiamos al otro lado del Gállego y nos vamos a la Peña Rueba. Una tremenda ventolera y descenso de temperaturas invitan a buscar la vertiente más soleada de la montaña. Aquí me quedan un montón de vías aún por hacer, pero elegimos la recientemente abierta, Carnicraba.
Buen itinerario, que se convertirá en clásico, como casi todas las vías de aquí. Como diferencia con todas sus vecinas: los largos son bastante largos en general y los seguros no están tan cerca, pero nada alarmante ni mucho menos.
Personalmente me gusta mucho la línea, directa y estética, finalizando en un aéreo espolón de roca buenísima. Eso si, el largo quinto me parece un 6c como una casa en conti pura y con pequeño paso final que te deja fino. Todo esto con un buen patio y sobre roca…..aragonesa.
Si, inicialmente, barajaba la posibilidad de hacer un par de vías. Queda totalmente descartado al llegar a la R5 con los brazos a caldo y viendo el panorama que sigue.
Itinerario atlético y sostenido. Se acaba la estancia fuera y vuelta al hogar.
Con Laia.