![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
Llegados a la cima del Achar, tenemos en la otra vertiente un magnífico panorama de praderas y ovejitas. Claro está, guardadas por un ¿fiero? mastín. Descendemos sigilosos, llenamos el casco de piedras (de repuesto) y cogemos en las manos cuantas podemos. El bicho disimula, da rodeos y se va acercando. Nosotros damos otro rodeo y nos colamos por el barranco hasta que hay resalte y nos vemos obligados a ascender de nuevo al camino. Cagaitos y poco a poco, con los pedruscos en las manos. El bicho ha pasado de nosotros, menos mal. Llegamos a pie de la Aguja de los Alanos y viene el dilema ¿hacemos la otra vía o no? El problema es que cuando bajemos de esta toca pasar por en medio del rebaño…y su guardian. Finalmente decidimos subir y, según como, no llegar arriba e intentar rapelar abandonando material. Cuando Jorge está llegando a la role, aparece una pareja que viene caminando de arriba, los miro, no tienen sangre ni pinta de haber sido atacados por una bestia. Les pregunto “ah ¿el mastín?, no si era muy bueno, ha venido a jugar con nosotros y le hemos dado queso”. Bueno, eso me tranquiliza, no todos son como los de abajo. La vía bien, termina gustándonos más de lo que pensábamos inicialmente. No sale en libre el Ae, se ve bastante liso y patinoso. El resto está bastante bien y llegas a una bonita cima, clásica de la zona. Ni se os ocurra tirar abajo una sola piedra, justo por a base pasa un camino bastante transitado. Una vez arriba, el rebaño ya se recoge y desaparecen todos los peligros. Ahora toca esquivar la granja peligrosa, así que nos adentramos por el bosque y bajamos directamente hacia el aparcamiento, buscando el mejor camino. Y lo que son las casualidades, a mitad del inmenso bosque nos encontramos a Javi, coautor (junto con Picazo) de la primera vía que hemos hecho y que estaba buscando setas. Le comentamos el incidente de por la mañana y ya nos dice que o es la primera vez y que habrá problemas. Ya los hay, diría yo. Mucho cuidado pues si vais por allí. La vía también entraría en las VVB, más por el ambiente que por otra cosa.