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Ese día había quedado con Juan Luis, planteando tres posibilidades: varios largos casi equipados, varios largos desequipados por fisura o tochitos al sol. Se decantó por la más torera, varios largos desequipados, así aprovecharía para conocer una nueva zona, para él, Canelles. El objetivo sería la No t’atabalis. Aparece con la cara hinchada y una muela infectada, de la que salen esputos sanguinolientos. Por lo menos la medicación hace que no le duela, aunque molesta. Visto el panorama, terminamos igualmente en Canelles pero en las vías más cortas, de dos largos, que siempre serán más llevaderas por la cercanía del suelo y el rápido abandono en caso de necesidad. Un coche, es la primera vez que coincido con alguien escalando, aquí. En la cima los encontraríamos: eran Jesús y Antonio, de los Caracoles. Las vías buenísimas. Sobre roca excelente, verticales y en las que debemos emplearnos a fondo con todo el material que llevábamos, casi dos juegos de friends y llegabas a la reunión con nada de nada. Esto debe ser lo que ahora llaman “tradicional”, que nombre tan horrible, con lo moderno que siempre he sido yo. Ahora parece ser moderno lo que llevamos haciendo toda la vida, en fin, Serafín. No menospreciarlas por el grado que aparece en las reseñas ni su longitud, son viotes. Especialmente: Yastrogénesis, que sobre el papel parece la facilita de calentar, pues mucho cuidado con ella, es claramente más difícil que Yayo y Yaya, a nivel de continuidad y exposición. Como último apunte, señalar que el 6b+ de la Yayo y Yaya nos pareció pura ciencia ficción de la Guerra de las Galaxias.
Ese día había quedado con Juan Luis, planteando tres posibilidades: varios largos casi equipados, varios largos desequipados por fisura o tochitos al sol. Se decantó por la más torera, varios largos desequipados, así aprovecharía para conocer una nueva zona, para él, Canelles. El objetivo sería la No t’atabalis. Aparece con la cara hinchada y una muela infectada, de la que salen esputos sanguinolientos. Por lo menos la medicación hace que no le duela, aunque molesta. Visto el panorama, terminamos igualmente en Canelles pero en las vías más cortas, de dos largos, que siempre serán más llevaderas por la cercanía del suelo y el rápido abandono en caso de necesidad. Un coche, es la primera vez que coincido con alguien escalando, aquí. En la cima los encontraríamos: eran Jesús y Antonio, de los Caracoles. Las vías buenísimas. Sobre roca excelente, verticales y en las que debemos emplearnos a fondo con todo el material que llevábamos, casi dos juegos de friends y llegabas a la reunión con nada de nada. Esto debe ser lo que ahora llaman “tradicional”, que nombre tan horrible, con lo moderno que siempre he sido yo. Ahora parece ser moderno lo que llevamos haciendo toda la vida, en fin, Serafín. No menospreciarlas por el grado que aparece en las reseñas ni su longitud, son viotes. Especialmente: Yastrogénesis, que sobre el papel parece la facilita de calentar, pues mucho cuidado con ella, es claramente más difícil que Yayo y Yaya, a nivel de continuidad y exposición. Como último apunte, señalar que el 6b+ de la Yayo y Yaya nos pareció pura ciencia ficción de la Guerra de las Galaxias.