El último día de escalada lo destinamos a la atractiva Punta Giradili. Con difíciles vías en su parte central y mas llevaderas a los lados. Roca impresionante, como es habitual en la isla.
Las previsiones son raras y contrarias, como casi cada día. La vía se rapela, así que decidimos arriesgarnos.
Al pie de la pared Nico consulta el radar y dan lluvias fuertes en media hora. No parece mucho margen.
Nosotros dos decidimos abandonar antes de empezar, mientras que Alberto y Juan Luis, en un ataque de ansia viva, suben.
Evidentemente les pilla la lluvia y aún escalan algún largo bajo ella hasta que se deciden a rapelar.
despedida de Cerdeña, pasando las últimas horas en Ulassai.