Escalamos este itinerario en 1987 con las dos Nurias y el Porta, acabando a toda mecha bajo una gran tormenta de granizo. La recordaba bien buena y agradable.
Hace unos meses volvimos a repetirla con Santi Sanz y Pep Vila, ahora reequipada con químicos, un lujo.
Pero un lujo peligroso. La verdad es que es tan buena como la recordaba pero, ojo que no regalan: los seguros estan bastante distanciados y no es posible colocar piezas intermedias. Una caída según donde podría acarrear alguna consecuencia dolorosa, por lo tanto mejor ir bien sobrado de grado y de cabeza.
Por lo demás, a disfrutar de esta gran clásica de Coll Roig.
A modo de curiosidad acompaño la reseña original y señalar que la salida directa del último largo (fisura de 6a), hoy habitual, creo que fuimos los primeros en hacerla. Al menos eso pone en mis anotaciones de la época.