Vuelvo con el incombustible Remi a rematar la pare inferior de esta vía, que habíamos comenzado al terminar el Poeta Haley.
La idea es seguir una enorme chimenea que se ve desde la pista. Aunque de lejos nunca se sabe, sobre el terreno ya improvisaremos y como plan B tenemos la placa de la izquierda.
Le doy al precioso primer largo, muy agradecido en presas. Remi le da al segundo que comienza en roca excelente, la chimenea resulta plena de vegetación, por lo que decidimos continuar por la placa. Una corta zona muy lisa y en artificial da acceso a un terreno bastante detestable, sucio y con mala roca. De segundo lo saneo un poco y coloco un buen clavo para proteger el tramo mas feo y cutre de la vía…que Remi se lo ha currado sin limpiar y sin el clavo, con 73 años y tranquilamente.
Dos largos mas arriba a Remi le aparece una víbora con aspecto amenazante dentro de un gran agujero, justo cuando iba a lazar un puente de roca. Rápidamente saca la mano y rectifica el itinerario.
Cuando llego yo, la bicha aún continúa allí y presta a saltar contra quien haga falta, así que también rápidamente doy un buen rodeo.
Un poco mas arriba tiro para abajo un bloque gigante, de los que sueña tirar abajo todo equipador….
Una serie de resaltes nos conectan con la parte superior, ya abierta unos días antes.
En conjunto resulta una vía bastante discontinua. Con tramos muy buenos alternados con otros peores. Semiequipada y fácil. Una media de IV/V con pasos mas difíciles. Bastantes escapes la hacen candidata a jornadas con tiempo inseguro o a combinar con su vecina.
