La idea original era escalar la vía del Plas, por ser de las mas largas del sector. Tras localizarla, que nuestro trabajo nos costó, decidimos entrar por la de al lado, puesto que nuestro objetivo lucía una gran chorrera mojada en su parte intermedia del L1.
En la zona de este L1 es una verdadera bestieza la densidad de itinerarios, uno a un palmo de otro, pero que además se entremezclan y se cruzan. Un verdadero caos casi imposible de descifrar.
Vamos a parar una reunión de dónde Sale una vía recta, pero mas arriba vuelve a pasar lo de abajo: cacao de chapas por todas partes, seguimos la línea mas recta.
Zona tumbada y equipada solo con algunos puentes de roca y dos posibilidades a elegir. Cogemos un poco a la izquierda y vamos a parar a la base de un bonito diedro. Desde aquí parten dos itinerarios, a palmo uno de otro y un tercero un pelín mas a la derecha.
Seguimos también la línea mas recta y que se ve un poco mas difícil, aunque de escalada muy rebuscada. Otro cacao.
Después miraría el libro y me daría cuenta de lo que hemos hecho. La parte superior de nuestro objetivo inicial está muy mal situada y nosotros hemos subido totalmente rectos, cogiendo cada largo de una vía diferente. En medio de un caos de chapas. Creo que nunca deberíamos llegar a estos extremos de saturación de itinerarios, que afean un tramo o una pared entera. El ansia de abrir una tras otra, junto al coche, no creo que justifique tal aberración. Si no, id a comprobarlo in situ. Además en un lugar como Alicante, con tantísima roca, es aún menos justificable.
A pesar de esto, la escalada es realmente bonita y con dificultades homogeneas (salvo la tumbada zona central).
No es recomendable el descenso en rapel.
