![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
Rompo el orden que me había propuesto, como tantas otras veces, y coloco esta vía que abrimos el otro día en la Pared de Aragón. Hace poco, con Oriol, hicimos el Dret da Decidir. Al pasar por debajo de esto, dirigí una mirada furtiva hacia el espolón paralelo y situado inmediatamente a la derecha del la Pilastreta dels Pardals. Salvo una reciente excepción, llevaba un montón de tiempo sin abrir vías y el gusanillo pica, más cuando tienes tantísimas cosas miradas por todas partes. Así que elegimos un buen día y nos juntamos un excelente equipo: Héctor, Jorge y yo. Para Jorge, esta significaba su vía número 50 en Montrebei y su primera apertura. Tranquilamente recorrimos los ciento y pico metros de excelente roca que nos brindaba la pared. Dificultades presumibles, viendo sus vecinas y una buena alternativa para pasar un rato al solecito y en buena compañía. Recorreremos un sinfín de placas repletas de franjas, más o menos profundas, y que nos sirven para ir colocando friends a discreción; algunas chapas colocadas de tanto en tanto, alivian el estrés. Señalar que la tercera chapa del segundo largo es de regalo y colocada tras pasar con un merletillo de la señorita Pepis. Al poco tiempo, Ferran R. ha montado rápeles equipados en las reuniones de la Pilastreta dels Pardals, por lo que ahora tenemos la posibilidad de combinar perfecta y rápidamente las dos vías. Después otros planes nos esperan. Dedicada a una buena persona que se fue antes de tiempo.
Rompo el orden que me había propuesto, como tantas otras veces, y coloco esta vía que abrimos el otro día en la Pared de Aragón. Hace poco, con Oriol, hicimos el Dret da Decidir. Al pasar por debajo de esto, dirigí una mirada furtiva hacia el espolón paralelo y situado inmediatamente a la derecha del la Pilastreta dels Pardals. Salvo una reciente excepción, llevaba un montón de tiempo sin abrir vías y el gusanillo pica, más cuando tienes tantísimas cosas miradas por todas partes. Así que elegimos un buen día y nos juntamos un excelente equipo: Héctor, Jorge y yo. Para Jorge, esta significaba su vía número 50 en Montrebei y su primera apertura. Tranquilamente recorrimos los ciento y pico metros de excelente roca que nos brindaba la pared. Dificultades presumibles, viendo sus vecinas y una buena alternativa para pasar un rato al solecito y en buena compañía. Recorreremos un sinfín de placas repletas de franjas, más o menos profundas, y que nos sirven para ir colocando friends a discreción; algunas chapas colocadas de tanto en tanto, alivian el estrés. Señalar que la tercera chapa del segundo largo es de regalo y colocada tras pasar con un merletillo de la señorita Pepis. Al poco tiempo, Ferran R. ha montado rápeles equipados en las reuniones de la Pilastreta dels Pardals, por lo que ahora tenemos la posibilidad de combinar perfecta y rápidamente las dos vías. Después otros planes nos esperan. Dedicada a una buena persona que se fue antes de tiempo.