Tenía esta vía como recomendada y ya había escalado otras en este tramo del Cabeçó que, la verdad, me han parecido todas buenísimas.
En principio no estaba en la lista pero le haríamos un hueco.
Quedo con Rosa Real, tardecillo para aprovechar el sol de mediodía.
Abajo entramos por la preciosa bavaresa de Coco Liso, como no llevo muchos friends tengo que racionarlos y queda un poco alargadillo el tema. Siguiente largo precioso y técnico, por el filo del espolón.
Al L3 le damos también por el Espolón Cipol.
Aquí ya la lío. No se porque tenía clarísimo que la vía continuaba a la derecha del Espolón Cipol, pues no.
Ya hago un largo con los pocos friends que llevo, que me queda muy expo, pero aún podría parecerse, aunque por allí hace pinta de no subir casi nadie.
Continúa Rosa y va a parar a la reunión del rapel normal de bajada. Allí ya no cuadra por ninguna parte, así que decidimos bajar porque ya no hay tiempo de rectificar.
Por eso no me parecía que esta parte superior fuese tan buena.
Al día siguiente vuelvo con Esther y Edu, esta vez lo clavamos a la primera, mira que estaba claro, era por la izquierda del espolón. Aquí si, encontramos unos últimos largos de calidad extra y que hacen que la vía sea otra de las joyas del Cabeçó.
El día resulta demasiado frío y vetoso, pero aguantamos el tipo, solos en la pared, a pesara de ser sábado, no es el mejor lugar para estar.
En un momento dado tengo que esperar un rato a ver si paran las ráfagas fuertes porque en un paso de equilibrio me puede tirar.