Tenía pendiente esta vía que andaba dando vueltas por el estante (de las pendientes) unos días. De aquellas que no sabes si si o si no, que vas dejando. Ese día quedé nuevamente con Rogelio y, para variar hacía malo en el Piri propiamente dicho. Como casi todo este P. verano. De golpe se volvió a iluminar la bombillita y apareció esta vía, dificultad muy asequible, roca no se sabe y tipo de escalada no se sabe. Acceso rápido y descenso cómodo en tres rápeles. Sin esperanzas de encontrarme ninguna maravilla, vamos para allá. Las últimas incursiones en conglomerado (Vadiello y Lleràs) nos han llevado por terrenos inestables, inseguros y móviles, aunque preciosos. La mosca da vueltas. Luego está el tipo de escalada, si se trata de fuerza garrula, vamos mal. Al llegar a la base quedo gratamente sorprendido, la roca es absolutamente excelente (de principio a fin) y además muy adherente y llena de presas por todas partes. El tipo de escalada es más bien técnico, perfecto para mi en estos momentos. Únicamente se me cruza un paso situado a la mitad del L2 en una panza un pelín bestiaja. Tampoco excesivamente difícil pero lo suficiente como para que duela y ponga un pedalín, el resto sin problemas, disfrutando. Muchos seguros que la englobarían en una escala de S1+ sin ningún contratiempo. Por el lugar en el que está y sus dificultades asequibles, entraría en las VVB sección fáciles. La pega: el constante ruido del tráfico rodado.