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Últimos días de estancia por Castellón y me entero de que montan la caracolada. El pasado año ya no fui y este si que me gustaría, lástima que justo ese día pensaba ya volver a casa tranquilamente. Se enciende una bombilla y un diablillo me pincha. Que más da, me levanto a las 4 (no se muy bien cuanto hay hasta el punto de reunión así que mejor ir sobrado) hacia Arguis, dicho y hecho. Recuerdo una línea que vimos en nuestra última estancia por esas paredes areniscas que tanto me gustan, con una apariencia no del todo mala. Le propongo el plan a Chavi y acepta a la primera. Aquel día creo que la pared vió más gente junta que en casi toda su existencia, todo un festival de risas, colores y caras. Todas las cordadas realizaron un par de itinerarios menos nosotros que abrimos Tiza, disfrutando de lo lindo y rodeados de caracolas y caracoles. Estaba asegurando a Chavi en el último largo y ya tenía una cordada en la reunión esperando a que acabara para materializar de inmediato la primera repetición y rebajarnos todos los grados un plus, como mandan los cánones. La vía es típica del lugar, con placas equipadas, adherencias malnacidas, regletas ínfimas (al menos una en el L2) y fisuras desequipadas de diversa calaña. Tener muy en cuenta que no pudimos limpiar nada por la cantidad de gente que transitaba por abajo y en la vía vecina, así que os vais a encontrar alguna piedra suelta en las repisas y, muy especialmente, un bloque peligroso al final del último largo. Lo mejor será no dejar nada al pe de vía y que lo tire el de segundo. El nombre le viene por un perrito muy simpático que andaba por allí y por las chorreras que adornan esta parte dela pared y que, de lejos, parecen pintadas. Que la disfrutéis. La cena fue de lo más divertida y al final se amenizó con un buen pase de diapos que nos ofreció Oscar. Intentaré no perderme tampoco la próxima y espero que asistan algunas caras que debían haber estado, y tal tal, Pascual.
Últimos días de estancia por Castellón y me entero de que montan la caracolada. El pasado año ya no fui y este si que me gustaría, lástima que justo ese día pensaba ya volver a casa tranquilamente. Se enciende una bombilla y un diablillo me pincha. Que más da, me levanto a las 4 (no se muy bien cuanto hay hasta el punto de reunión así que mejor ir sobrado) hacia Arguis, dicho y hecho. Recuerdo una línea que vimos en nuestra última estancia por esas paredes areniscas que tanto me gustan, con una apariencia no del todo mala. Le propongo el plan a Chavi y acepta a la primera. Aquel día creo que la pared vió más gente junta que en casi toda su existencia, todo un festival de risas, colores y caras. Todas las cordadas realizaron un par de itinerarios menos nosotros que abrimos Tiza, disfrutando de lo lindo y rodeados de caracolas y caracoles. Estaba asegurando a Chavi en el último largo y ya tenía una cordada en la reunión esperando a que acabara para materializar de inmediato la primera repetición y rebajarnos todos los grados un plus, como mandan los cánones. La vía es típica del lugar, con placas equipadas, adherencias malnacidas, regletas ínfimas (al menos una en el L2) y fisuras desequipadas de diversa calaña. Tener muy en cuenta que no pudimos limpiar nada por la cantidad de gente que transitaba por abajo y en la vía vecina, así que os vais a encontrar alguna piedra suelta en las repisas y, muy especialmente, un bloque peligroso al final del último largo. Lo mejor será no dejar nada al pe de vía y que lo tire el de segundo. El nombre le viene por un perrito muy simpático que andaba por allí y por las chorreras que adornan esta parte dela pared y que, de lejos, parecen pintadas. Que la disfrutéis. La cena fue de lo más divertida y al final se amenizó con un buen pase de diapos que nos ofreció Oscar. Intentaré no perderme tampoco la próxima y espero que asistan algunas caras que debían haber estado, y tal tal, Pascual.