Con Lorenzo teníamos apalabrada esta vía hacía tiempo. Ya le echamos un vistazo a principios del verano y nos tiró para atrás demasiada nieve en la aproximación (después, al verla, me alegro de no haber ido entonces).
El final del verano era otra opción interesante puesto que te permitía ir sin material para nieve y, por lo tanto, mucho más lijeros.
El primer día de aproximación ya te pone bien, son unos 1200 metros de desnivel hasta el Balcón de Pineta. Aquí instalamos un cómodo vivac dentro de un gran bloque cueva perfectamente acondicionado.
Al día siguiente nos levantamos a las 6 de la mañana y en cuanto se ve un poco nos ponemos en marcha. Ya preveíamos que encontrar la vira de acceso no iba a ser muy sencillo, por lo que hab
íamos leído.
La encontramos a la segunda, por eliminación. Debemos subir unos metros extra que perdimos tontamente al pensar que era otra situada más abajo.
La vira en si no plantea mucho problema y el tramo mas tieso (la chimenea rota) la solventamos con un rapel de dos paraboles que han colocado en un lugar muy extraño.
Llegamos a la base del espolón, con 4 reseñas de la vía, justo miro la que no esta muy clara y nos vamos para dónde no es, más a la izquierda.
Rectificamos y, ahora si., hacia arriba.
La vía me pareció muy buena, dentro de lo que es. Roca arenisca y mediocre en general, pero compensada por un ambiente grandioso y un itinerario sumamente estético. A pesar de todas las reseñas, a veces contradictorias porque la gente se va perdiendo a discreción, existen varios puntos dónde dudamos bastante y no estamos seguros de si la vía va por aquí. Al final vamos clavando los puntos exactos, tras breves correciones de itinerario. Está muy desequipado, reuniones incluidas, lo que te va obligando a afinar aún mas.
Finalmente alcanzamos la vira final a las 4 de la tarde. No sobran muchas horas.
La bajada es otra de las películas de esta vía.
Existen 6 opciones, a cual peor.
Seguramente la mejor sea ir rápido y subir a la cima del Perdido (caminando o escalando), para bajar por su vía normal norte.
Nosotros optamos por una de las peores formas: la terraza bellavista, la punta Paset y la Faja de los Maquis. Pedreras ingratas e inmundas, sin camino durante casi todo el recorrido, sin hitos durante gran parte de la bajada y con tramos patinosos con patio debajo (muy peligroso con nieve). Para rematar, deberemos remontar la chimenea rota (III), que luego resulta mucho más fácil de lo previsto, comparado con todo lo que llevamos detrás.
Total, un bonito tute de 3,45 h desde la vira final hasta el vivac.
Llegamos a las 7,45 h, yo personalmente fundido y sin las más mínimas ganas de bajar ahora y de noche los otros 1200 m de desnivel que nos quedan hasta llegar al coche.
Así que le dejo ir a Lorenzo la posibilidad de quedarnos aquí a dormir y acepta, menos mal.
Nos repartimos el bocata que me queda (que ya cogí de más por si pasaba algo parecido a esto), algunas barritas variadas y al sobre.
A las 6 y algo nos levantamos de nuevo e iniciamos el descenso. Las rodillas van que trinan, menos mal que no bajé anoche.
Adjunto un esquema del descenso y las otras posibilidades por si le es de ayuda a alguien.