En los pocos viajes que hago para escalar en la bonita zona de l’Alt Urgell procuro seguir las recomendaciones del avioncito. Aunque a veces falla. Por ejemplo resulta tan incomprensible que no aparezca en la Anna Rubio, como que si aparezca en esta.
La tarde anterior quedamos con Miquel para que tomar una cervecita y que nos haga 5 céntimos de la vía.
Nos explica la aproximación (ya veo que nos liaremos) y un poco de la vía.
Al día siguiente vamos hacia allí, cuesta de encontrar, tanto el aparcamiento como el acceso, tengo que llamar un par de veces a Miquel (servicio 902 de info de Muntanya) para que nos saque del atolladero. Al final cuadramos, buff, terreno salvaje.
Buscamos el inicio. Miquel nos habló de un árbol con dos paraboles en la pared, en la reseña que llevamos de Parce, pone lo mismo. Subimos al punto de mejor apariencia y está el árbol pero no los parabloes, sólo un clavo, vaya. No será aquí.
Continuamos buscando, a derecha , a izquierda, res de res.
Al final desistimos. Entre el agobio de la aproximación y esto casi se nos han pasado las ganas y decimos de largarnos sin escalar. Por otro lado remontar todas las pedreras no es una opción muy atractiva, así que le daremos una oportunidad al árbol con el clavo y a ver que pasa, rapelar siempre podremos.
Subimos y, salvo el detalle de los dos paraboles, todo cuadra. Luego existe un pequeño error tanto en la guía como en la rese del Parce…
Todo el resto va encajando, aunque en la rese marca tramos rectos que en realidad se van muuuuuy a la derecha.
Alterna trozos excelentísimos con otros un tanto cutres. Al final el resultado que nos parece es que mola el rincón por lo salvaje, la pared da su ambiente y la vía tiene secciones realmente buenas, pero..
Por otro lado encontraremos trozos con una exposición interesante y posibilidades de buen galletón si no te sale bien la jugada. Ambos dos pasamos bastante miedo cada uno en sus largos. Otros te exigen subir y espabilarte en medio de la placa para colocar seguros buenos pero que no lo ves hasta que lo tienes delante de las narices, todo eso en terreno difícil.
Bastante más difícil de lo que aparenta por la simple lectura de la reseña. No en vano la abrió quien la abrió…