Tras haber escalado 4 vías en Font Freda, esta era la próxima que tenía sentenciada. Hacía ya tiempo que le tenía ganas, pero esta vez me hacía gracia hacer algo más que subir por ahí.
Tras comentarle a Remi sobre un posible reequipamiento, le pareció una buena idea. Tenía cierta fama, dentro de las pocas repeticiones que suele tener, de ser un buen itinerario.
Sólo había que encontrar el momento adecuado (día largo y no muy caluroso) y compañeros motivados.
Sidi siempre lo está, pero al final no cuadramos con nadie mas, tras intentarlo varias veces con Chavi.
Comenzamos por dos largos asquerosillos, según la reseña original III+, según nosotros V cutre y expo.
Limpiamos superfluamente varios bloques grandes, o muy grandes.
El siguiente largo resulta el más expo, tal y como está. De entrada ya cuesta bastante rato de dudas adivinar por dónde transcurrirá y la escueta reseña que poseemos no ayuda en absoluto. Al final Sidi lo cuadra perfectamente. Seguramente sea el que más exige escalar, por el poco equipamiento existente. Para mi gusto le faltaría un clavo a la salida de la R.
Vamos ascendiendo, arreglando clavillos, limpiando, descubriendo el itinerario correcto, cambiando expansiones y eliminando las antiguas.
La pared va ganando ambiente y verticalidad sostenida, vemos que nuestra marcha no es muy rápida, además el mochilón que le toca llevar al segundo le hace escalar más lento e incómodamente, todo cuesta demasiado. Total, que vemos claro que no está nada claro el salir por arriba con luz. Decidimos bajar de la R5 y dejarlo para otro día. De paso le echamos un vistazo a la posibilidad de subir rectos a R1 por una placa con buena pinta y así eliminar uno de los largos cutres.
Volvemos a la semana siguiente. Esta vez hemos reclutado a Cesar, un excelente fichaje de les terres de Lleida y miembro activo de los famosos galls de ponent.
Repartiremos esfuerzos, pesos y risas.
Subimos por la entrada directa, que curiosamente sale toda a friends (una chapa al inicio para marcar) y no es más difícil que la original pero si mucho más buena. Pasada la mitad de la jornada llegamos al máximo punto alcanzado en el anterior intento. La parte superior resulta más sencilla, sin encantarse, y excesivamente sinuosa, con un montón de largos de 15 o 20 m.
La tirada del techo es corta pero bien desplomada y espectacular, le da el punto. Un último diedro que en la guía pone V, en la reseña original A1 y que nos parece 6b. La reunión siguiente no la encontramos ni vemos posibilidad de montarla medio bien, así que Sidi continúa 15 m más, cutres, hasta unos matojos dónde la instala.
Acabamos por una placa bonita y fácil pero muy expo y diedro guarro hasta la feixa. Desde aquí posible salida a la derecha por el último largo de Josmar o la clásica caminando hacia la izquierda hasta encontrar la canal de salida en IV sucio y con bambas, dónde, como siempre vamos sin cuerdas y jugándonos la integridad.
Pateo final y 10,30 h de coche a coche + algo parecido en la anterior jornada.
Estamos contentos. La vía ha quedado un pelín más difícil que l’Esperó del Vent y podría convertirse en clásica de la pared, el tiempo pondrá cada cosa en su sitio.