La Penya del Moro fue un buen descubrimiento de Abert y Eduard. Compuesto por dos paredes principales y que, dada la cercanía a grandes núcleos habitados, parece mentira que no se hubieran equipado antes.
Vías cortas (casi siempre) pero con roca excelente y que nos brindan una bonita escalda.
Lástima que en una de las paredes fue totalmente prohibida la escalada de por la presencia de especies protegidas. Creo que de forma demasiado drástica, como en algunos otros lugares; y que sería interesante revisar con calma. Tal vez en un futuro.