Estamos ya en plena época de calores. Pero incluso en medio de estas hay islas, días fríos que quedan tras un período de mal tiempo. Eso pasa justo este día y lo aprovechamos Toni González y yo para bajarnos de nuevo a Àger.
Allí tenía ojeada una arista que prometía una escalada evidente, algo larga y de poca dificultad. Situada nada menos que en el popular Barranc dels Grillons. Como estamos ya fuera de época, no había ni un alma por los alrededores.
Nos dirigimos a la base de la pared y justo para llegar al inicio y en una rampa de II encontramos una cuerda fija, sin duda de los barranquistas que bajan por aquí ¿¿¿??? Pues si, lo bajan.
La primera placa ya resulta más difícil de lo esperado, del IV que imaginaba pasamos al 6a. Eso si, con roca de lujo.
En la reunión encuentro dos chapas con anilla de los descensores del barranco y que, evidentemente, aprovecho para hacer reunión.
A partir de aquí la vía ya va por la arista en todo momento. Tiene cosas malas: por la parte de atrás el bosque llega casi a la mayoría de reuniones, quitándole todo ambiente, que queda contrarestado por el patio del otro lado.
Pero también tiene cosas buenas: la calidad de la roca es excelente en todo momento, salvo en el último largo.
Creo que es una vía recomendable con sus más y sus menos y que puede llegar a hacerse bastante popular.