Tras un pesado viaje atravesando el Peloponeso por la montaña, llegamos de nuevo a Leonidio, que tantas alegrías me dio en el pasado viaje y dónde quedaron algunas cuentas pendientes.
Así que escalaremos algunas vías largas, intercaladas con sectores deportivos. No hay tanta gente como en Noviembre, pero según el sector al que fueras si que lo parecía.
Comenzamos con Mazi, situada en el extremo izquierdo de la pared. La pintaban como muy buena, atravesando algunas zonas de esa roca rojiza, color vino y que le da el nombre a la pared.
Muy buena opción que contiene muchos tipos de escalada: fisura, diedro, placa y desplome.
Recomendable y con mucho ambiente, sobre todo en el desplome de salida del sexto largo.
Tiene varios 6cs que nos parecen todos muy a bloque y bastante duros, comparados con otros de la zona. Pero vaya, sobrevivimos y culminamos, aunque no victoriosos.
Por la tarde una estupenda cena con los amigos reencontrados: Lidia, Nayan, Edu y Xexu.